domingo, 29 de octubre de 2023

Dominados por nuestras hormonas

     Además de un “Sistema Nervioso”, los seres humanos venimos "programados de serie” con un “Sistema Endocrino” que controla la “homeostasis” o “equilibrio corporal” de nuestro organismo, en un complejo proceso que implica la regulación simultánea de muchas actividades fisiológicas y que se produce por la actuación conjunta del "Sistema Nervioso Autónomo" y del propio "Sistema Endocrino". Este último está compuesto por una serie de “glándulas” que contienen células especializadas en la secreción de unas sustancias esenciales para la vida llamadas “hormonas”, que una vez liberadas a la corriente sanguínea permiten "metabolizar el alimento", además de actuar sobre todos los "tejidos corporales" y sobre determinados "órganos específicos". Vamos a repasar sucintamente las distintas glándulas de nuestro cuerpo, así como las hormona que generan y los efectos que producen, ya sean beneficiosos o perjudiciales para nuestra salud.

     La “hipófisis” o “glándula pituitaria” es el área anatómica que rige el sistema endocrino (el “comandante en jefe” de nuestro metabolismo), ya que "controla a las demás glándulas" y nos permite sintetizar las proteínas que permiten el crecimiento. Segrega una multiplicidad de hormonas, como la “TSH”, la “ACTH”, la “LH”, la “FSH”, la “MSH”, la “ADH” o “vasopresina”, la “somatrotopina”, la “prolactina” y la “oxitocina”. Una disminución de estas sustancias puede provocar una reducción del metabolismo que llevaría al “enanismo”, además de reducción de la libido o excitación sexual e incluso infertilidad, mientras que un aumento de las mismas llevaría a lo contrario, un aumento de la producción metabólica o “gigantismo” y un exceso de ovulación en las mujeres y de espermatozoides en los varones que forzarían un inusitado deseo sexual que podría considerarse anormal e incluso perjudicial.

     La “tiroides” se encuentra situada en el cuello, a la altura de la nuez, y es la responsable de "liberar calcio en la sangre", aumentar el "consumo de oxígeno" y por tanto la síntesis de muchas proteínas. Segrega las hormonas “tiroxina” y “calcitonina”, que si se dan en baja cantidad pueden provocar retraso tanto en el crecimiento físico como en el desarrollo mental, y si se dan en abundancia pueden provocar nerviosismo e insomnio. Sobre ella se encuentra las glándulas “paratiroides” que participa en la "homeostasis del calcio y del fósforo" gracias a la hormona “PTH” u "hormona paratiroidea". Su disminución supone “tetanización” (contracción incontrolada de los músculos) y espasmos, mientras su aumento puede llevar a “osteoporosis” (debilitamiento de los huesos) o a la generación de piedras en el riñón.

     Las “glándulas suprarrenales” generan “adrenalina”, “cortisona” y “aldosterona”, fundamentales para atender las "reacciones corporales al miedo y la angustia", pues en bajas cantidades provocan la “enfermedad de Addison” y en altas cantidades la “enfermedad de Cushing”. El “páncreas” es el encargado de controlar los "niveles de azúcar en la sangre" gracias a dos conocidas hormonas, la “insulina” y el “glucagón”, cuya ausencia genera la conocida “diabetes”, y si se dan en exceso pueden llegar a provocar el coma. Los “riñones” son los encargados de generar “eritropoyeina” y “renina”, dos sustancias involucradas en el control de la "presión sanguínea" y el "funcionamiento del corazón". En bajas dosis pueden provocar “anemia” (bajos niveles de glóbulos rojos), y en altas dosis llevarían a una presión sanguínea peligrosamente elevada.

     Finalmente, las “gónadas sexuales” son las encargadas de determinar y controlar las características sexuales secundarias de varones y mujeres. En los varones se denominan “testículos”, y en ellos predomina la producción de “testosterona” (aunque también generan estrógenos y progesterona en bajas cantidades), crucial en el desarrollo del "esperma" y de características como el "tono grave de voz" o el "vello corporal", por lo que si esta hormona escasea se produce disminución de la calidad del esperma y reducción del impulso sexual, mientras que un exceso llevaría a un gran desarrollo de los músculos y del vello corporal, y puede provocar “priapismo” (erección prolongada del pene). Las mujeres se conocen como “ovarios”, y generan “estrógenos” y “progesterona” (y en menor cantidad también testosterona), responsables de la aparición del "tono agudo de voz", el "vello púbico" y del aumento y desarrollo de las "mamas", sobre todo en los periodos de lactancia. La carencia de estas dos hormonas puede llevar a la infertilidad, mientras que su acentuación puede provocar trombos sanguíneos. 

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