sábado, 18 de noviembre de 2023

La estructura de la memoria


     Podemos definir la "memoria" como una “función cerebral” que registra los sucesos como “recuerdos” y que asocia los recuerdos nuevos con los previamente adquiridos. Los psicólogos Richard Atkinson (1929-) y Richard Shiffrin (1942-), tomando como punto de partida la famosísima “metáfora del ordenador” propia de la psicología cognitiva, han desarrollado una interesante “teoría multialmacén de la memoria” en la que especifican tres sistemas de memoria que se comunican e interactúan la una con la otra: la “memoria sensorial”, la “memoria a corto plazo” y la “memoria a largo plazo”. Analicemos cada uno de estos sistemas de una forma progresiva.

     La “memoria sensorial” (MS) es la “memoria del instante”, el primer sistema que nos permite generar recuerdos: básicamente, registra la información procedente del mundo exterior (imágenes, sonidos, texturas, olores y sabores) durante un breve lapso de tiempo (aproximadamente un segundo), el suficiente para que la “información relevante” pueda ser transmitida a la MCP. Esta memoria, conectada íntimamente con nuestra capacidad perceptiva, reconoce las “características físicas” de los distintos “estímulos” y registra estas “sensaciones” de forma momentánea. Su capacidad de almacenamiento es muy elevada y podemos constatar la existencia de varios “subsistemas almacén”, uno para cada sentido (icónico, ecoico, háptico…). La duración de la información, por supuesto, depende de cada sentido concreto: la “memoria icónica” (visual) guarda la información por un segundo, mientras que la “memoria ecoica” (auditiva) lo hace por dos segundos, y la “memoria háptica” (táctil) puede durar hasta ocho segundos.

     La “memoria a corto plazo” (MCP) es la “memoria del presente”, y nos permite almacenar la información procedente de la memoria sensorial por un tiempo más prolongado. La función principal de esta memoria es “organizar y analizar la información” que resulta más relevante e interpretar nuestras "experiencias más inmediatas" (desde reconocer caras hasta contestar preguntas en un examen). La información es almacenada y codificada en su mayor parte de forma "visual y acústica", y en menor medida por medio de "signos semánticos". Según George Armitage Miller (1920 a 2012) la capacidad de almacenamiento de la MCP es bastante limitada, tan solo podemos retener 7 +/- 2 “ítems” o “chunks” de información al mismo tiempo, y siempre y cuando podamos mantener la concentración sin distraernos. Incluso en el mejor de los casos, su duración es relativamente breve (entre 18 y 20 segundos) y su capacidad de retención decae vertiginosamente si no hacemos uso del “repaso” con una cierta periodicidad.

     La “memoria a largo plazo” (MLP) es la “memoria del pasado”, la gran biblioteca de nuestro “conocimiento”, pues contiene todos nuestros recuerdos sobre el "mundo físico", la "realidad social y cultural" en la que vivimos y nuestros "acontecimientos autobiográficos", además del "lenguaje" y el "significado de los conceptos", y nos permite enlazar el pasado con el presente. Si la información se guarda de forma “semántica” (otorgándole un sentido preciso al establecer relaciones significativas entre la diversidad de conocimientos almacenados) su potencial es verdaderamente demoledor, pues esta memoria es una estructura de almacenamiento “permanente”, en la que todos sus contenidos se pueden mantener tanto una hora como un mes, un año o incluso durante toda nuestra vida, lo que significa que tiene una capacidad literalmente “ilimitada” (“el saber no ocupa lugar”, como se suele decir), si bien la capacidad de “recuperación” es “limitada” y puede verse afectada por el “olvido” (del que ya hablaremos en un futuro artículo).

     Resulta crucial “organizar” y “clasificar” correctamente la información en la MLP para poder posteriormente “recuperarla” de forma sencilla y eficaz. Por eso es posible diferenciar en ella distintos “subsistemas de memoria” (que analizaremos en el siguiente artículo), pues no es lo mismo recordar el nombre de la capital de un país de Sudamérica o quién es el actual presidente de Francia que saber cambiar una bombilla o cómo se resuelve una ecuación de segundo grado, y del mismo modo, acordarnos de la fecha del cumpleaños de nuestra madre o de cuándo fue la última vez que regamos las plantas. Abordaremos estas "problemáticas cuestiones" en nuestro siguiente artículo.

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